Jéssica y Oscar, marido y mujer.

Reza la sabiduría popular y los monólogos de Paramount Comedy que las bodas son unos lugares a los que tenemos que ir por compromiso y donde se generan situaciones incómodas. Pues bien, no se si es por mi naturaleza hortera y chabacana, pero sinceramente, yo me lo paso de rechupete en ellas, y si tuviera que hacer un podio de las que he ido, la boda de Jéssica y Oscar ocuparía un lugar de honor.


Como regalo de boda, tuve el privilegio de hacerles los muñecos del pastel de boda con papel maché y pinturas acrílicas. Las figuras están vestidas de la profesión de los casados, enfermera y cerrajero. Además de los monigotes, de parte de Paperassa también recibieron una ilustración donde salen ellos, con sus respectivos atuendos de boda en la mítica Iglesia de Sitges, donde tuvo lugar el enlace.